sábado, febrero 25, 2006

EL ENCUENTRO

El dijo:
¡¡¡ Ven te espero por la mañana al amanecer !!!


Fueron los duendes y las hadas las que se colaron en las arrugas de las sabanas y con gran alborozo la gritaron:
! Despierta! date prisa que esta ahí esperando, apostado en la ventana.


Ella incrédula, soñolienta, tambaleante se asomo para verle parado, sonriente junto al árbol. Su corazón dio un vuelco y así descalza, medio desnuda corrió a refugiarse entre sus brazos. Fue entonces cuando vió su nombre tatuado en el antebrazo para no olvidarla. Y le pidió que grabara el suyo en el omóplato para que al acostarse fuera como reposar entre sus brazos.
Y al verse reflejada en su pupila supo lo necesario, para abandonar en un instante las ausencias y recorrer sus caminos interiores.

Y se fueron colmando, el uno del otro, hasta embriagarse. Cada nuevo encuentro es ir adentrándose un poco mas en el abismo.
Que bella melodía entonan los corazones que se encuentran, que armoniosas son sus notas y que dulces sus sonatas.

1 comentario:

Rodolfo N dijo...

Y no es la incomparable melodía del amor?
Aquella que no se escribe en el pentagrama, sino en el alma.