martes, febrero 28, 2006

LA CITA

Encendió una vela perfumada.
Descorchó una botella de vino afrutado.
Colocó los platos, las copas y los cubiertos haciendo simetría .
Puso en la mesa los alimentos elaborados lentamente.
Se asomó arreglada como estaba a la ventana.
Pasó volando un mirlo.
Una niña de blanco.
Un hombre apoyado en su garrota
Un gato pardo.
Un chico con su perro.
Salio la luna.
Luego nadie.
Luego nada.
Regaron la calle.
Y llego la mañana.

4 comentarios:

mentecato dijo...

¿Hacia qué oscuridades, de pronto, van las manos con sus dedos de olvido? ¿Y hacia qué luz de mirlos?

¿Cuándo el encuentro? ¿Detrás de qué momento azul?

¿Vendrá antes de que las campanas se tricen por un largo despeñadero?



Un abrazo.

Fortunata dijo...

Gracias por tu comentario. Quiza todo vaya rodando por su peso........ yo solo transcribo lo que pasa.
Leí tu cuento en la entrada, pero no pude dejarte comentario allí, me pareció precioso....... ojala todos los hombres se dieran cuenta que las niñas son niñas y no mujeres, y las amaran como padres........que entorno tan bello.

c. dijo...

imagino el diálogo mudo entre ella y al ventana... saludos y gracias por ir, c.

Rodolfo N dijo...

Fue una cita al silencio o al olvido?
Que misterio escondiste en esa cita?.
Un abrazo