Cada tarde antes de que el sol se ponga vuelven los barcos al puerto
Cada tarde miro por si puedo reconocer su bandera entre las de ellos....
Paso los días en silencio y las noches en blanco contemplando como la luna barre el cielo.
Al amanecer me duermo soñando con sus besos...
Aun no he perdido la esperanza de verle
3 comentarios:
La esperanza huele y sabe a él.
Saludos
El regreso amado tantas veces soñado desde la ventana.
¿Algún día los pájaros marinos traerán su voz llena de sal y ansiedades?
Abrazos, queridísima Fortunata.
("por planetas de esmeraldas" tiene una revisión final)
Me fascina ese cuadro!!!
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