Hay días que me siento
Salvaje como un toro
Y tan solo quisiera:
Embestir los muros
Triturar las distancias
Ciega de impotencia
Bufar fuego
Espumarajos por la boca
Arremeter con todo
Con todo
Y sin piedad
Ensartar con mis cuernos
Las noches de silencio
La soledad de mi estancia
Pisotear con rabia
Con furia ciega
Ensañarme
Enasñarme
Con los días previsibles
Con las obligaciones impuestas
Viajar llena de ira
Abrasarme en el camino
Encotrarme contigo en el ruedo
Un juego muerte a muerte
Buscar que me doblegues
con tu capa
Rendirme bajo el yugo
de tu mano
Que acabes mi furia
con tu espada
Desangrarme a tus pies
Someterme
aplacada
Al influjo de tu amor.
Imagen: P. Picaso
8 comentarios:
"Viajar llena de ira"...
Qué notable imagen. La vida es pasión, desatado relámpago, torbellino, aguas caudalosas, graznido lleno sangre, piedra turbulenta caída del cielo y, sobre todo, ira...
Viajo, entre sueños, alucinado y lleno de ira...
Un abrazo.
Enristrar la vida por un cuerno como un toro salvaje.
Saludos
Pero que pasión... Y que hermosa manera de aplacar la rabia y de recuperar la cordura...
Besitos
Esas son las batallas en las que yo me dejaría la piel, una y otra vez...
Besossssss al ataque, mis valientes!! jeje
Precioso poema
El toro siempre lo comparé con la fuerza.
Besitos.
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.
se le invita...
se le espera...
LO ÚNICO QUE QUIERO ES DORMIR...
http://www.klau2.blogspot.com
En algún laberinto hay un minotauro muriendo de soledad y hastío. Quizá también él deba embestir contra los muros del aislamiento, la soledad y la desidia. Me gustaría encontrarlo en alguna librería leyendo Los Reyes de Cortazar o Altazor de Borges. Entonces le diría: Ya nada es igual, nada... Un abrazo amiga.
Poema contradictorio: amar, no es someter ni someterse.
Sí es embestir pero, al toro... -o a la vaca...-, no creo que le haga mucha gracia que le maltraten y le acaben matando como casi siempre pasa.
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