domingo, abril 29, 2007

AMARTE A Tí



















Amarte a ti
Es un suicidio

Es tirarse al vacío
Sin malla protectora
Arrojarse por un acantilado
En día de tormenta
Lanzarse a un volcán en erupción
Quemarse en un incendio provocado

Me descoyunto
Bajo el peso de tu cuerpo
Me estrello contra las rocas
En las marejadas de tus olas
Ardo por dentro
Con tu lava incandescente
Me quemo entera
Como yesca entre tus brasas

Y sin pensar
Me tiro
Me arrojo
Me lanzo
Me quemo
Me suicido
Para amarte

Imagen: Luis Royo

10 comentarios:

Rodolfo N dijo...

Amara así es apasionante.Bellísimo tu blog.
Besos

MaLena Ezcurra dijo...

Cuanta entrega, si todos amaramos asi.
Tu blog es una delicia y tus textos son soñados.

Vale la pena, con gente como vos tener un blog.

Abrazos.

Margot dijo...

Precioso poema, fortu!

Hay suicidios que merecen la pena... más condena de vida que de muerte.

Besossssss intensos que estas tú muy encendida...

AiguaMel dijo...

Hay amores que matan, o que son un suidicio en si mismos,... hay que saber separarse si se sabe que vamos a sufrir de antemano lo que no se debe.

Un abrazo

TORO SALVAJE dijo...

Vaya Fortunata, menudo volcán, hoy que estaba yo sin decapitar a nadie también me has ganado.

Tranquila, no peligra tu cuello, o sí, nunca se sabes, pero en todo caso sería por ser besado.

Mira que listo, verdad?, jajajaja.

Más besos.

@Intimä dijo...

Comparo el amor como el estallido de un volcán.
Dos cuerpos en erupción.
Besitos.

Cronopio444 dijo...

La violencia del sentimiento, frente al reparto racional de las palabras, en ese juego distributivo que ya utilizaban los trovadores medievales...¿Sobrevolamos el tiempo, y recuperamos ideas flotantes que nos aclaren un poco quiénes somos y hacia adónde vamos? ¡Ojalá! Besos.

Lila Magritte dijo...

Pues, en ese caso no hay manera de salvarse. Hay que arrojarse al volcán.

Besos, Fortu.

Rafa dijo...

Que ingrato y doloroso puede ser el amor, Cunats locuras habrá que hacer por él, cuando será tan generoso y entregado, como nosotrs por él.

Besos

Thérèse Bovary dijo...

¡y, MUJER, qué pasión...!
Estos son los poemas que me gustan demasiado.

Besitos