jueves, marzo 13, 2008

GRITO

Grito
Hasta despellejar mi garganta
Grito
Hasta dinamitar mi pecho
Grito
Hasta rasgar mi diafragma
Grito
Hasta agrietar mis labios
Grito
Hasta reventar mis tímpanos
Grito
Hasta hacer saltar el cristalino
En mil añicos que se clavan en la sangre

Grito
Fuerte
Grito
Hondo
Grito tanto
Y tanto grito


Grito
Como un soplo
Que hiciera desaparecer
De la faz de la tierra
El odio como cizaña
Las miradas como cuchillos
Las palabras agudas como garfios

Grito
Fuerte
Grito
Hondo
Grito tanto
Y tanto grito

Grito
Como una llama
Que arrase la envidia
La desidia
El abandono
La avidez
Todo lo mezquino
Y pobre que tienen nuestras vidas

Grito
Fuerte
Grito
Hondo
Grito tanto
Y tanto grito

Grito
Como un himno
Como una canción
Como una consigna
Como una plegaria
Como lo que quieras que grite
Grito

Grito
Fuerte
Grito
Hondo
Grito tanto
Y tanto grito

Amémonos
De una vez
Los unos a los otros

Imagen: Ángel exterminador

6 comentarios:

Margot dijo...

De tanto gritar uno acaba ronco y parecería que ya nadie te escucha... verdad, Fortu?

Beso en aullido.

Fortunata dijo...

Cierto querida Margot en estos casos ni el mercurio solubilis, ni la Lizipaina tienen efecto, ni siquiera los caramelos de mentol con miel.
(los besos y los abrazos algo ayudan)

Besos afónicos

Antona dijo...

Creo que hacen falta,muchos mas gritos.Ojala se cumpla

bss

extranjera dijo...

Vamos a ver, hombre,
cuéntame lo que me pasa
que yo - aunque grite-
estaré siempre
a tus ódenes.-

César Vallejo

ybris dijo...

Siempre me he preguntado de qué sirve gritar cuando te puedes hacer entender sin hacerlo.
O de qué sirve cuanto te haces daño o te dan un susto.
O cuando lo que necesitas es silencio.
Debe de ser porque a veces somos nosotros los que necesitamos saber que aún somos capaces de alzar la voz.

Quizás sea como el puñetazo que uno da en una mesa que, incomprensiblemente, te tranquiliza.

Besos.

Qymera dijo...

Quizá la lágrima y el grito sea una forma de liberar la tensión generada en el alma y que se canaliza a través del cuerpo, que de otro modo no se podría. Será el grito esa búsqueda de perturbar los múltiples signos de la impotencia o de quebrar los cristales de la sordera en los que nos reflejamos día a día. Hasta acá llegó tu grito Fortu, un abrazo.