Mi amiga Soledad, se esconde detrás de los cristales y mira a la calle, a la calle vacía por que es de noche y además es una calle sin salida. Pasea por el parque a las horas que todo el mundo trabaja o está durmiendo. Otras le da por cantar por soleares, por escribir mensajes en botellas, tocar en puertas equivocadas, o esperar llamadas que nunca llegan.
Lo que mas me gusta de ella es que siempre ríe, aunque granicen piedras o caigan chuzos de punta.
Cuando me abraza por las noches, y se pega a mi cuerpo como una segunda piel. La susurro al oído.
- Soledad !Cúanto te quiero!
1 comentario:
A amigas así nunca se les debe ahorrar un te quiero.
Besos.
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