Él y ella se conocieron una noche de San Juan. Pidieron un deseo y saltaron la hoguera. Al año fueron otra vez a la fiesta.
—Deja que sea yo la primera —dijo ella.
Quemó el deseo, y saltó.
Cuando fue el turno de él pasó algo extraño; se le liaron las piernas y cayó de bruces en el fuego.
Por más que lo intentaron no pudieron salvarle.
Al año siguiente, a ella, la vieron saltando con un hombre nuevo.
ESTA FUE MI APORTACIÓN AL VENDAVAL
3 comentarios:
Hola, Fortunata:
Estoy visitando a todos los colegas que participaron en el Vendaval, me pareció una forma muy buena de unirnos. Te sigo.
Un abrazo.
HD
Por aqui no se festeja la noche de San Juan ni se salta nada, no tenemos esas tradiciones, de modo que ¿para que se salta la hoguera?
Buen aporte para un salto trágico en mitad de un vendaval de microrrelatos muy creativos.
La noche de San juan tiene algo de mágico, pero que se te queme el novio ...¡ya es mala suerte!.
un beso
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