viernes, febrero 10, 2006

EL VUELO

He aprendido a volar. Hasta ahora pensaba que volar era como bucear en el aire, a manotadas me movía torpemente y conseguía desplazarme pequeñas distancias hasta caer pesadamente en tierra. Me han crecido unas alas en el centro de la espalda.
Tenso el cuerpo arqueo los brazos , adelgazo los pensamientos que me atan a la tierra hasta que sean mas finos que el hilo de una araña. Como una grulla aleteo, poco a poco me levanto, bato alas como un baile, moderato contabile, alegro ma non troppo. Planeando me deslizo por los senderos del aire.

Por ahora los paseos son cortos, debo aprender las leyes del vuelo, los peligros que conlleva. Me gusta esa sensacion de libertad, sola suspendida en el espacio con el mundo que bulle en la distancia.

2 comentarios:

Martín Zúñiga dijo...

Estar cansado tiene plumas.

Qymera dijo...

El vuelo del alma no tiene altura.