Tomó la hoz en sus manos.
Se dirigió al campo.
Con los pies descalzos pisando piedras.
Como el frío quema, el dolor narcotiza.
Antes del amanecer había cortado todas las malas hierbas.
Le sudaba la frente, le ardían los ojos.
Sintió el calor del sol en las mejillas.
Aun había esperanza.
Se dirigió al campo.
Con los pies descalzos pisando piedras.
Como el frío quema, el dolor narcotiza.
Antes del amanecer había cortado todas las malas hierbas.
Le sudaba la frente, le ardían los ojos.
Sintió el calor del sol en las mejillas.
Aun había esperanza.
Imagen: Vincent van Gogh
4 comentarios:
Gracias por la esperanza de la poesía. Siiempre es un gusto pasar a tu espacio, y leerte.
Saludos...
Perfecto.
Nunca le falta la esperanza a quien siega.
Besos.
Fortu mi querida y buena amiga, es cierto:
"Aún había esperanza"...
Bello, delicado y elegante... esperanzador. Hoy estaba de "paseo" y me encontré contigo en este espacio compartido; saludos y bonito día.
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