Desde niña se acostumbró a cortar telas y lazos. Primero cortó los que le unían con sus padres, con su marido, después con sus hermanos y amigos, con los hijos, los nietos …
Cuando llegó el momento, sin duda, el que más le costó de todos fue el que le unía con la vida.
5 comentarios:
No sé, querida amiga. Después de haber cortado lazos con el mundo entero, no se me ocurre qué cosa podía atarla a la vida. Un abrazo enorme.
Isabel yo creo que La propia vida y la vida propia, son fuertes apegos.
Un abrazo
cortar lazos , telas y ataduras
ir y volver
sentise libre
bonito cuento
abrazos
Uyyy que duro...y que cierto !!!!
Besos
que bueno...el último tijeretazo!!!
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