viernes, abril 22, 2011

Semana Santa en Madrid. Viernes Santo

Los días de fiesta tienen una capa de aburrimiento que les cubre. Los domingos no me gustan, siempre está el peso de los deberes sin hacer aplastando todo el día y las pocas ganas de hacer nada, y la idea de la vuelta al colegio, Cuando me dejan me quedo en la cama dormitando o jugando con mi nabo hasta que llega mi hermano a decirme
- ¿Qué haces pringao? Vas a manchar las sabanas. Eso en el baño.
Pero a mi me gusta más en el calorcito de las mantas.
El día estaba aun más negro que ayer y mis padres, me pareció, que también querían aprovechar para lo suyo, así que me puse a recordar las titis que había visto en las revistas y me puse bien cachondo, luego me quede dormido hasta casi la una que entró mi madre a despertarme.
- Duchate y ponte guapo que vamos a comer a casa de Laura.
Laura es la hija de unos amigos de mis padres, está entre mi hermanita y yo, es morena y tiene el pelo muy largo y liso y la encanta bailar, cuando vamos nos sienta en su cama pone música y se pone a imitar la danza del vientre, en el colegio hace baile español y va al conservatorio de danza. Es muy guapa, pero se pasa el rato hablando de un novio que dice que tiene en San Sebastian, un francés que va los veranos. También habla de sus amigos del twiter, pero creo que es farol por que sus padres tampoco le dejan el ordenador a todas horas.
Mi madre dice que parece una virgencita con esa cara tan dulce que tiene.
Ponte guapo había dicho mamá. Me afeite el bigote e intente quitarme los granos de la frente solo conseguí que sangraran y se pusieran mas colorados. Usé el desodorante del Fito, de esos que dejan a las chicas flipadas, pero ni modo creo que se fije en mi.
- Mira el niño como se ha puesto, qué bien huele.
Se canchondeó mi padre. Qué se mire su tripa cervecera que da asco.
- No le hagas caso, qué vas fenomenal.
¿Y quien le ha preguntado a ella su opinión?
Mi madre preparó una bandeja de torrijas y mi padre cogió un par de botellas de vino y nos fuimos a Hoyo de Manzanares, que es donde viven, en una urbanización de chalets con jardines particulares.
- !Joder, qué día! No para de llover. Me parece que tu Dios se ha enfadado con la fiesta de disfraces y no está dispuesto a que le saquen por ahí a pasear.
- Deja a Dios tranquilo, Pero creo que hoy no va a salir ninguna procesión y al paso que vamos tampoco mañana.
Me puse los cascos, no tenia intención de oírles decir tonterías, ya había tenido bastante con las de antes.
Cuando llegamos Laura no estaba. Se ha ido a pasar el día a casa de una amiga de Torre, luego la iremos a buscar. El que si estaba era Luis su hermano pequeño, es simpático el chiquillo, jugamos a la wii y cuando la lluvia paró un poco nos fuimos a pasear por la urbanización con las bicicletas, a mi me dejaron la de Laura. Luis es un tío estupendo no tiene nada de miedo, y nos metimos por sitios llenos de piedras y arbustos dejándonos caer por los barrizales. Volvimos todos mojados y llenos de barro.
Querían dejarme ropa seca. ¿de Laura? ¿Un chándal rosa? Papá se opuso.
Cuando nos fuimos era bastante tarde, condujo mamá que solo había bebido té. Me quedé dormido en el coche.
No tenia ninguna gana de hacer escribir en el diario a Tom, lo dejé para mañana



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