Ven amado mío…
Emborracha mi boca con tus besos
Y llena mi garganta entre suspiros quedos
Ven amado mío….
Recorre mis fragancias
Y bebe el dulce néctar de mis senos
Hora tras hora
Trago a trago
Consumamos la noche
Apagada de luna
Ven amado mío…
Atravesemos juntos las tinieblas
Arrojemos las sombras de nosotros
Permanezcamos juntos
abrazados
Hasta que la luz del sol
inunde nuestra estancia.
Imagen: Rodin "Cupido y Psiqué"
8 comentarios:
Muy hermoso, intenso y sensual, tus versos se sienten como una caricia.
un abrazo
Muy agradecida por tus palabras en mi blog, espero que esa comunión entre amigos y escritores siga solidificándose
un beso y una flor para ti
Un poema intenso para fundirse en esa bella escultura.
Abrazos.
Una dulce y apasionada poesia .Me encanto.Besos
Conmovedor. Pero, ¿En qué instante, después de todo el amor, se desmoronan los puentes...?
¿En dónde, en qué universo de seda, en qué otras ciudades ingrávidas, va Vincenza, mi amada italiana, en otros afanes, hundiéndose en otras carnes y destinos?
Que la luz del nuevo día funda en uno, perenne y sin tregua, a los amantes de la noche...
Intensidad que traspasa pieles,
como la esencia de una escultura.
Saludos
Aun con la fría piedra se esculpe el deseo.
Inerte y viva con tus palabras.
Besitos.
Reposar en un lecho de caricias...que hermosa imagen. Un abrazo amiga.
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