El mar moja mis tobillos y se va; moja mis rodillas, mis muslos; rodea mi cintura con su abrazo suave; da vuelta sobre mis senos; se abraza a mi cuello; aprieta mis hombros. Entonces me hundo en él entera. Me entrego a él en su fuerte batir, en su suave pasear, sin dejar pedazo.
(Pedro Páramo de Juan Rulfo)Mi cuerpo se ha recubierto de escamas y se han abierto las agallas de mi cuello. Ya no respiro boqueo. Si no me voy pronto al mar me muero……
Anhelo oír el batir del mar contra las rocas; el olor del alquitrán; el picor que produce la sal cuando se seca el sabor de conchas y de algas en la boca; ver ese mundo fascinante que se esconde bajo el agua….
Anhelo oír el batir del mar contra las rocas; el olor del alquitrán; el picor que produce la sal cuando se seca el sabor de conchas y de algas en la boca; ver ese mundo fascinante que se esconde bajo el agua….
Me voy, me marcho ……. (aunque sólo por un tiempo)
5 comentarios:
Te esperaremos.
Qué hermoso y mágico poema.
Fascinante.
Acá en Lima la humedad puede llegar a los 95 y hasta 100%, así que te imaginarás que igual que en tu historia no respiramos, branquiamos; en ocasiones el aire puede llenarse de olor a mar -estoy cerca de la costa- y es como si estuviera nadando en el aire. Una historia hipnotizante la que nos traes de vuelta. Siempre he sentido que soy un pez fuera del agua y que me arrastro por las arenas del desierto para llegar a alguna costa. ¿No te parece familiar esa sensación?
Esperaremos tu regreso feliz luego de encontrarte con el mar.
Suerte y besos
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